Casas Rurales en Ricote

El municipio de Ricote, con 87 km2 de superficie, se extiende por la zona norte de la Región de Murcia, integrado en la Comarca del Valle de Ricote. Emplazado en un valle rodeado de montañas entre las que destaca el pico de Almeces, con 1124 metros de altitud y el paraje de las pinadas, en la Sierra de La Bermeja.

El municipio de Ricote incluye, además de su homónima capital municipal, las pedanías de Cañada Gil, La Armarcha, Ambrós, Lichor, Las Lomas, Cuesta Alta, Rambla de Charrara, Vite, La Bermeja, Patruena, Berrandino, Fuente del Cieno, Ainás, La Alcoba, Collado Gil, La Cuerda y Las Ventanas.

Ricote es cabecera de su histórica comarca, último reducto de los moriscos del Reino de Murcia hasta comienzos del siglo XVII y cuenta con un importante legado artístico y patrimonial, con casas señoriales y en el que destaca la Iglesia de San Sebastián, declarada de interés histórico artístico. Se trata de un templo de estilo barroco construido sobre las ruinas de una antigua mezquita árabe, que cuenta en su interior con una imagen de San José de 1746 firmada por Salzillo. Entre otros de sus atractivos se encuentran pinturas geométricas en azul oscuro sobre arcos, frisos y pilastras, un órgano de madera del siglo XV y una pila bautismal de 1683.

Otros monumentos que podrás visitar en Ricote son el Convento de San Diego; la Ermita de Nuestra Señora de las Huertas, del siglo XVI; la Ermita de Charrara, el Palacete de Llamas, del siglo XVIII; la Portada de la Casa de Hoyos, del siglo XVIII; la Casa de la Encomienda, de los siglos XV y XVI, y el Castillo medieval “Alharbona”, una fortaleza musulmana del siglo IX.

Para hacerte partícipe de sus tradiciones puedes visitar el municipio de Ricote en las fiestas de San Sebastián, del 19 al 22 de enero, en la festividad de la Virgen de Agosto, o en Semana Santa, en la que salen en procesión imágenes de gran valor artístico, momentos en los que podrás disfrutar de su rica gastronomía con platos como la paella murciana, las migas o repostería como los rollos de vino o los polvorones de manteca.