Casas Rurales en Vélez-Málaga
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Casas rurales cerca de Vélez-Málaga

Vélez-Málaga
Qué ofrece el entorno de tu casa rural en Vélez-Málaga
El municipio de Vélez-Málaga está situado en la zona oriental de la provincia de Málaga, en Andalucía. Su término municipal con 156 km², es el más extenso de la comarca de La Axarquía. Es de orografía suave, destacando como cota superior, el monte de Veas (705 m), situado al noreste. Sus tierras son bañadas por el río Vélez, el más importante de toda la cuenca, al que afluyen otros como Rubite, Almanchares, Benamargosa, Almáchar e Iznate. Cuenta con una vega muy fértil y de gran extensión, donde se desarrollan cultivos de hortalizas y plantaciones de subtropicales.
El municipio de Vélez-Málaga registra una precipitación media en torno a los 470 l/m2, y la temperatura media anual se sitúa en 18º C. Así, su clima suave, su situación geográfica en la comarca y su posición costera, permite disfrutar de una gran variedad de paisajes y encantos naturales durante todo el año, tanto en el litoral con sus 22 kilómetros de amplias y limpias playas, como en el norte con el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, características aprovechadas por muchos viajeros alojados en casas rurales en Vélez Málaga. También de sus monumentos histórico-artísticos, restos arqueológicos, su gastronomía, sus fiestas, tradiciones y actividades culturales, y de sus gentes que superan los 65.000, recorriendo todos los rincones de sus numerosos núcleos de población, algunos costeros como Torre del Mar, Chilches, Benajarafe, Valleniza, Almayate, La Caleta de Vélez, Mezquitilla y Lagos, y otros de interior como Cajiz, El Trapiche, Triana, Los Iberos, Los Puertas y Los Pepones.
Los primeros asentamientos en el término municipal de Vélez-Málaga, posiblemente fuesen íberos y después fenicios y griegos. La presencia de los cartagineses dejó una importante huella junto a la desembocadura del río Vélez, en la factoría de Toscanos (siglo VIII al VI a. C). Sus habitantes se establecieron en un cerro cercano, el Cerro del Peñón, lugar en el que algunos autores sitúan la ciudad griega de Mainake, y donde han sido hallados restos de hornos de fundición y escorias de metal, lo que confirma la existencia de explotaciones industriales. Algo más al norte, en el Cerro de Alarcón, se han encontrado restos de una edificación rectangular. En el Cerro del Mar se han localizado las ruinas de una factoría industrial para las salazones de pescado y más de 30 sepulturas del siglo VII a.C. y al norte de Toscanos se situaba la Necrópolis del Jardín, con más de 100 tumbas de los siglos VI al IV a.C.
Durante la ocupación romana la zona se revitalizó y estuvo poblada hasta la caída del Bajo Imperio.
La localidad de Vélez-Málaga se fundó hacia el siglo X, bajo dominación árabe, en torno a la alcazaba bien fortificada, dentro de un recinto amurallado, en la zona más alta y sobre un relieve con una orografía accidentada, lo que la haría más segura ante posibles ataques enemigos. Durante los siglos XIII al XV fue una de las ciudades más importantes del reino nazarí, con un gran crecimiento, lo que provocó la configuración de distintos arrabales a extramuros en lo que hoy es el barrio del Arroyo de San Sebastián y las plazas de la Constitución y de San Francisco.
La conquista de Vélez-Málaga por tropas cristianas se produce en 1.487 y con ella, la implantación de una nueva formación social, que se traduce en una renovación arquitectónica basada, en las necesidades de la implantación del nuevo poder establecido, se plantea así la ordenación de nuevas plazas públicas, edificios civiles y sobre todo religiosos; situación que se agudiza en el siglo XVII, así las plazas de la Constitución y de San Francisco se convierten en centros neurálgicos de la ciudad, situación que ha perdurado casi hasta nuestros días.
La ciudad de Vélez-Málaga también vivió el levantamiento morisco de mitad del siglo XVI y que terminó con la batalla en el Fuerte de Frigiliana y la expulsión definitiva.
Vélez-Málaga jugó un importante papel durante la Guerra de Sucesión, ya que fue en sus aguas donde se libró la Batalla naval de Málaga y que enfrentó a las flotas hispanofrancesa y angloholandesa, quedando muy dañada.
El siglo XVIII fue especialmente favorable para la ciudad de Vélez-Málaga, produciéndose un importante crecimiento, se construyen y reparan templos y edificios públicos, y se sanean infraestructuras urbanas.
En cambio, el siglo XIX fue muy negativo, la peste amarilla de 1804 diezmó mucho la población, muriendo más de la mitad de sus habitantes. La invasión napoleónica y la creación de un gobierno afrancesado dividió a la población en dos bandos que se disputarán el gobierno a lo largo del siglo, más tarde sobrevinieron varias epidemias de cólera, la filoxera destruyó los viñedos y el terremoto de 1884 acabó de rematar la situación.
La ciudad de Vélez Málaga atesora un rico y amplio patrimonio histórico y cultural.